Supongamos que alguien nos dice:
Son nervios
Esta frase fuera de contexto no dice mucho, pero si matizo que quien la dice es un médico y hemos acudido a su consulta por algún malestar, ya todos sabemos de que estamos hablando. Hay que ponerse a temblar.
Sí, es el comodín de los médicos, después de sus análisis, pruebas y papeleos, cuando se sienten perdidos... pues hacen uso de él. Que van a hacer, reconocer que no tienen ni idea de lo que esta pasando, no han estudiado tropecientos años una carrera para luego reconocer públicamente sus limitaciones.
Lógicamente al no poderte recetar nada serio pasan a eliminar factores de riesgo: ¿fumas? no, ¿bebes? no, ¿café? descafeinado, ¿azúcar? moreno, ¿comidas grasas? las calorías justas soy dietista, ¿haces ejercicio? 3 horas al día incluyendo yoga, ¿ejercicio mental? mínimo dos sudokus, ¿chocolate? si para merendar y un bombón antes de dormir... ¡¡¡AJA!!! fuera chocolate, dulces y dos meses a sacarina.
No somos tan perfectos como el paciente en cuestión y por eso se nos hace tan familiar la situación. Pero tened por seguro que la lista de preguntas ronda el centenar y que de este cuestionario nadie sale libre de culpa.
La verdad es que la medicina es un campo complejo, ya soló en algunos casos que el paciente sea capaz de comunicar sus síntomas es difícil. Aún no disponemos, como ya es el caso de los coches, de una tarjetita electrónica que pulsando un botón te hace un chequeo automático y te dice donde esta el problema. Y claro comparar esos datos automáticos con un escueto Me duelo mucho aquí, pues nos hace entrever lo complicado que es problema.
Para empezar somos opacos con lo cual no ven, nos tocan para remediarlo, pero dudo yo que ese método sea muy fiable. Tienen todo tipo de herramientas de alta tecnología: rayos X, el escaner, la resonancia magnética... pura chatarra si no saben lo que buscan. Y la lista de medicamentos impronunciables es interminable, ¿es posible dar con el adecuado a cada caso?.
Pero una vez dado un voto de confianza a los médicos, vamos a ponernos en la posición de los enfermos, bueno mejor dicho pacientes porque lo que más necesitan en estos momentos es paciencia. Tras recibir un contundente Son nervios ¿Que haces?. Podríamos pensar que ha llegado el momento de que la sociedad presione a la clase médica y que estos últimos asuman el control de la situación. Y se les ocurra crear una nueva especialidad la nerviología, porque si tantos casos existen pues los tendrán que estudiar y ofrecer soluciones.
Dudo que esto ocurra, es más, espero que no ocurra. No sería una solución a futuro, no tienen más que cambiar la frase y encima sufriríamos la existencia de otro especialista más en la lista de pruebas a realizar. Así que si te han diagnosticado nervios, pues lo primero paciencia. Esperemos que la enfermedad encuentre un forma más clara de manifestarse y entonces los médicos sean capaces de hacer uso de todas sus herramientas para poder diagnosticarte la enfermedad y recetarte el remedio.
Al resto que hace tiempo no pisáis una consulta, pues seguir cuidándoos, pero... espera... te noto un poco tenso... como estresado... has dormido bien... a ver si van a ser nervios o un virus, que me han dicho que anda uno por ahí... ¡¡haztelo mirar!!