El u-lab es experiencial. Para mí es una herramienta, y también una manera de mirar la realidad, pero lo importante es que todo sucede desde la experiencia y para ella. Es flexibilidad, es escucha, es futuro... es hacer las cosas de manera diferente, donde lo experiencial es el principio y el fin.
En utilitas usamos el u-lab como herramienta para los procesos de transformación en los que acompañamos a nuestros clientes, y sé que es una herramienta que viene como anillo al dedo, que se presta a todo tipo de entornos y en todo tipo de procesos. Es en esencia sencilla. Trabaja con la persona y lo que experiementa en su día a día, y puede ser todo lo profunda o superficial que se necesite, porque es la persona quien decide hasta donde quiere llegar, cuál es su nivel de conciencia para trabajar la transformación.
La teoría U se basa en la escucha, a uno mismo y al entorno, y aunque parezca infantil, es increíble la cantidad de cosas que podemos hacer de manera diferente si nos paramos a escuchar. Escuchar nuestra mente, nuestro corazón y nuestra intención. Escuchar el entorno en el que estamos, despertar nuestra curiosidad y escuchar que dicen los demás, escuchar en sitios donde nunca lo hemos hecho, escuchar nuestra parte más interna, e incluso la más oscura. La escucha es el primer paso, y marca la experiencia que las personas tienen de la herramienta.
El "empathy walk" (caminar empático) es una de las primeras dinámicas que utilizamos en nuestros talleres u-lab, y es algo que no deja indiferente a nadie. A todos nos gusta ser escuchados, porque el ritmo frenético en el que solemos vivir nos aleja de conversaciones largas y profundas, y darnos ese espacio de conversación y escucha nos nutre, nos conecta, nos transforma.
A partir de esta escucha genuina se construyen muchas cosas, tantas que el límite está en nuestra imaginación y en el compromiso de poner en marcha aquello que imaginemos. Esa es otra de las razones de por qué el u-lab tiene tanto poder, porque no deja que el proceso de transformación se quede en un papel, sino que impulsa a poner en marcha de manera colaborativa y ordenada las acciones que hayamos definido, aunque sean pequeñas, en forma de test rápido, donde podamos recoger resultados en muy poco tiempo, y de esa manera logremos modificar o reconducir la dirección de nuestra estrategia.
Ya han pasado 7 años desde que conocí la teoría U, y aún hoy me sigue aportando una mirada sobre la realidad que me saca constantemente de mi zona de confort. El u-lab me hace parar, me hace mirar de nuevo, me carga de experiencias, y luego me impulsa hacia la acción. Es un círculo virtuoso, cuánto más lo entrenas más satisfacción te da.
