Respetar(te)

¿Te has preguntado alguna vez si respetas a otros profesionales? ¿O cuál es tu manera de respetar o expresar ese respeto? ¿Eres de los que valoran en positivo lo que otros hacen o te centras más en lo negativo?

Estamos rodeados de personas que nos ofrecen sus habilidades empaquetadas como profesión. Desde un fontanero hasta un coach, pasando por un médico o un artista. Todos son profesionales, que nos dejarán más o menos satisfechos cuando nos den el servicio que les hemos solicitado. Se suele decir que se valora poco o nada lo que no se paga con dinero, pero también se escucha el famoso "quien regala bien vende", lo cual me hace ponerme delante de la paradoja y quizá decidir que me resulta más adecuado.

Los artistas en general lo tienen muy claro, porque llevan toda la vida (como quién dice) haciendo muchas cosas de manera gratuita. Parece que lo intelectual es barato porque no aporta nada a la base de la pirámide de Maslow, y quizá es por ello que cuando queremos satisfacer la punta de esa pirámide, nos da reparo pagar, nos ponemos quisquillosos a mirar si merece la pena, si vamos a conseguir lo que deseamos. Es nuestra lucha personal entre las expectativas de lo que necesitamos frente a lo que recibimos al comprar.

Pero, ¿qué ocurre cuando queremos satisfacer la punta de la pirámide a base de regalos de los demás? Yo creo que el valor decrece, despreciamos lo que los demás hacen, no respetamos su profesionalidad. Entonces, debemos preguntarnos qué precio estamos dispuestos a pagar por algo que nos de una satisfacción más emocional, más intangible, o incluso algo cuyo resultado sea a medio plazo, algo que haya que trabajar para que de sus frutos.

Nosotros también hemos regalado contenido muchas veces. Este blog de hecho es un regalo a los demás, pero me compensa personalmente porque también es un regalo a mí misma, es una vía para reflexionar, para volcar mis aprendizajes, para expresar mis dolores. Pero cuando hablo de ese contenido regalado, me refiero más al comentado "quien regala bien vende". No es que piense que regalar me va a llevar a la venta, pero sí creo que mi producto (intangible) es interesante que sea degustado antes. Muchas veces porque quien lo prueba no sabe lo que es, y otras veces porque quien lo prueba espera una cosa y recibe otra.

Y aquí vuelvo a la pregunta inicial, ¿cuál es tu manera de expresar respeto al profesional que te regala su contenido para que lo pruebes? ¿Valorando lo positivo o remarcando lo que no te ha gustado? Ambas opciones hablan de quien recibe ese regalo, de la mirada que tiene hacia otros profesionales, del lugar desde el que recibe y por supuesto desde el que da. Y esa manera es propia y totalmente respetable. Pero ¿te has parado a pensar que le pasa a la persona que recibe una crítica negativa, esa que ha ofrecido su tiempo y su saber para que se pueda degustar, saborear, aprovechar?

Creo que es importante que revisemos las expectativas que ponemos en los demás profesionales, porque ese es el filtro que utilizamos para juzgar su trabajo, y ese filtro queda muy lejos del respeto que se merecen. Y asimismo debemos hacernos respetar soltando esa carga para nuestra autoestima que supone una opinión negativa, porque tan solo habla de quién la hace. Valoremos lo que nos regalan y pongamos en valor lo que regalamos.



Respetar(te)
utilitas coaching y consultoría S.L., Aurora Ferro 10 de febrero de 2023
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