En la mayor parte de las empresas que conozco el líder, gerente, director o jefe es la misma persona. Cuando escuchamos “jefe”, quizá pensamos en formas pasadas de hacer las cosas, y cuando escuchamos “líder”, probablemente nos conectamos con conceptos más modernos. En todos los casos, habitualmente este rol es el que toma las decisiones de su empresa. Y, ¿cómo lo hace?, ¿cómo lo haces tú?. Y más interesante ¿cómo te gustaría hacerlo?.
Hace unas semanas comentaba en otro artículo del blog, la soledad que se hace patente en la toma de decisiones que realizan los roles que tienen más responsabilidad en las empresas, es decir, los “jefes” de toda la vida. Yo misma he sido gerente de una Pyme, y he tenido la suerte de contar con otra persona para poder valorar cada decisión que tomaba. Pero esto no suele ser lo habitual.
Por lo general, el líder con el tiempo, toma una posición respecto de la empresa que le lleva a alejarse de los problemas cotidianos, para hacerse cargo de lo que es más estructural y esencial en la empresa, por ejemplo, el desarrollo de negocio, la apertura a nuevos mercados, el crecimiento, la búsqueda de clientes más grandes. Todo esto le lleva a una nueva posición que habitualmente los empleados no entienden, porque ya no le ven hacer las mismas cosas que hacía antes. Aunque si la empresa quiere seguir adelante y crecer, el líder tiene que hacer este movimiento, alejarse y ver desde fuera qué ocurre en el “tablero” del mercado.
Y un día este líder se da cuenta de que sus empleados le miran de manera diferente, incluso a veces le esquivan, y se siente solo. Tengo un amigo que en una ocasión me dijo lo siguiente: “No me entienden. ¿Para quién creen que hago lo que hago? ¿Por qué no me apoyan?”
Esta situación es muy común, y se acrecienta a medida que la empresa crece y cambia. Pero no significa necesariamente que el líder tenga que vivirla en soledad. Tomar decisiones es un aprendizaje para el que no siempre nos preparan, suele ser algo bastante más empírico en el sentido de prueba-error. Y tiene mucho que ver con el instinto y menos con listas de pros y contras.
No es necesario tener un título para tomar una decisión puesto que la lógica es una condición que desarrollamos a medida que crecemos. Así que con este supuesto, tú como líder, puedes apoyarte en tus empleados para tomar decisiones. Puedes crear un pequeño grupo de trabajo para abordar aquellas decisiones complejas que te cuesta tomar. En cada persona del equipo vas a encontrar una opinión que te puede ayudar, y aquella que sientas más rara quizá sea la que te de la pista para inclinar la balanza en uno u otro sentido.
En los equipos de trabajo de innovación, es habitual que una de las personas del equipo sea totalmente ajena al departamento, puesto que su visión no está contaminada por los prejuicios y límites mentales del resto. Esta persona es muy valiosa, puesto que desde ese lugar limpio, es capaz de cuestionar algunas cosas que se dan por sentadas y que pueden estar bloqueando al equipo.
De esta sencilla manera, tú puedes crear un equipo para tomar decisiones, puedes dar a tus empleados por unos minutos el bastón de mando y preguntarles qué harían. Y con esto, todos en la empresa ganáis. Por un lado tú, líder, dejas de sentirte solo en la toma de decisiones, y por otro los empleados se sienten parte de la empresa, de su estrategia, de su misión.
Puedes contarme cómo tomas las decisiones en tu empresa y en tu vida dejando un comentario.
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