Cuando un cliente nos relata una situación, que normalmente define como "problema", con independencia de si el cliente es un individuo, un equipo o toda una organización, el relato en sí mismo, es parte de lo que genera el bloqueo que hace al cliente demandar un profesional del acompañamiento.
Lo que habitualmente bloquea al cliente, es cómo se cuenta a sí mismo que el "problema" es. Sin ser consciente, se siente atrapado dentro de su propio "cuento". La realidad que crea su propio relato es lo que en esencia le impide gestionar satisfactoriamente la situación, a diferencia del resto de situaciones igualmente complejas ante las que diariamente se enfrenta.
Podríamos imaginar un árbol astillado contra el suelo, una imagen que metafóricamente podría representar una situación dolorosa, el quiebre que un cliente nos relata. Un quiebre que ha tratado de afrontar, que ha observado, evaluado, reflexionado, compartido una y otra vez siguiendo la secuencia de su relato... y en el que sigue encallado.
La mirada sistémica nos permite ver más allá de la realidad cotidiana para tomar en consideración dinámicas, patrones, conexiones, lo emergente del sistema, el conjunto del sistema en movimiento. En la metáfora del árbol astillado, podríamos explorar la situación real más allá del relato, ampliando los límites de la imagen que el cliente se ha autoimpuesto. Reduciendo el zoom, podríamos tomar en consideración más elementos del sistema que el cliente inconscientemente ha excluido. Y (quizá) sólo entonces podamos apreciar otra realidad más compleja, que permita al cliente darse cuenta de que, el quiebre del árbol contra el suelo ha sido el resultado (la solución) de un quiebre ocurrido previamente en el tronco del árbol (un "problema" previo).
En el pensamiento sistémico el actor humano forma parte del proceso de realimentación, no está separado de él, la responsabilidad no es lineal, no incumbe solo al otro. La perspectiva de la realimentación sugiere que todos comparten la responsabilidad por los problemas generados en el sistema.
Además, enfocamos los quiebres desde la luz (desde lo positivo), desde un lugar que nos haga darnos cuenta de que lo que ocurrió es tal vez lo mejor que podía haber ocurrido, y que en toda situación hay elementos positivos, hay aprendizaje. Cada paso nos llena de experiencia, y todo el camino nos hace ser lo que hoy somos. Sin excluir los momentos dolorosos y desde ese agradecimiento esencial, podemos acompañar a nuestro cliente a transcender la situación.
Este servicio personal, confidencial y profesional lo ofrecemos en Vitoria-Gasteiz y en Donostia-San Sebastian. Si conoces a alguien a quien pudiera interesar, te agradeceríamos que le invitaras a ponerse en contacto con nosotros a través de nuestra red profesional.
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Equipo de utilitas.org