Aislamiento consumista
Cuando consumo una experiencia me siento culpable, al haberla quemado para mi disfrute de forma egoísta. Cuando comparto una experiencia me siento conectado al grupo, que instintivamente ambiciona compartirla con el resto de grupos adyacentes. Compartir es la llave de mi crecimiento personal que me permite abandonar el aislamiento al que nos avoca la sociedad consumista.