Razones para abandonar

Razones para abandonar" es el título de uno de los muchos capítulos del libro Reinicia (Rework en su versión original), que escribieron los chicos de 37signals, LLC allá por 2010.

"Razones para abandonar"... suena fuerte, ¿verdad? Parece que no existe permiso para razonar el abandono de un proyecto empresarial; parece que la exigencia personal nos impide parar y pensar qué estamos haciendo o hacia donde estamos yendo. Es evidente para mí que el trabajo dirige nuestras vidas de tal manera, que cuando éste nos hace daño, no nos sentimos capaces de abandonarlo para curarnos.

Quiero plantearte en el post de hoy una reflexión sobre el trabajo que realizas actualmente, y no porque quiera que lo abandones, sino porque quiero que pienses por qué y para qué estás en él, y si cada cosa que ocurre en él está alineada con lo que (en última instancia) quieres en la vida, es decir, si ese trabajo te acerca cada día un poco más a tu objetivo vital.

Quiero que pienses también en cómo pueden cambiar las cosas, empezando desde lo más pequeño, porque cuando piensas en grande probablemente te pierdes y vuelves a las preguntas sin encontrar respuesta. Y estas preguntas que te planteo hoy (tomadas del libro Reinicia), creo que pueden ayudarte a concretar, a responder (si eres afortunado) a pequeñas cuestiones que seguro te están atascando y que pueden reconducir tu trabajo hacia la utilidad, la motivación o la tranquilidad.

¿Sirve para algo esto? ¿Estás haciendo algo útil o simplemente estás haciendo algo?

¿Estás aportando valor? ¿Eso en lo que estás trabajando logra que tu producto sea más apreciado por tus clientes?

¿Implicará un cambio de comportamiento? ¿Logrará lo que sea en lo que estés trabajando cambiar algo?

¿Vale la pena pasar la noche trabajando o se podría terminar mañana? ¿Vale la pena perder los nervios por una nota de prensa de un competidor?

Como ves, son preguntas enfocadas hacia la empresa, pero también hacia ti mismo, porque aunque la empresa en la que trabajas no sea tuya, sí puede ocurrirte que estés en automático, haciendo aquello que un día te dijeron que debías hacer y sin saber para qué lo haces.

Si la empresa en que trabajas es tuya, estas preguntas son super poderosas, te pueden mostrar el camino hacia la suficiencia. Yo siempre hablo por aquí de eficiencia en los procesos, en las personas, en las relaciones, pero creo que se me olvida que antes de la eficiencia debería estar la suficiencia.

La suficiencia no es mala, no es mediocridad. La suficiencia es la base y la esencia de nuestro ser a todos los niveles, biológico, emocional y mental. El cuerpo humano por ejemplo, gasta tan solo la energía que necesita; ahorra; es suficiente. Nosotros habitualmente lo sobre alimentamos por razones complejas que tienen más que ver con costumbres y memorias históricas que con necesidad.

Así que puedes preguntarte qué estás haciendo en tu empresa en base a la suficiencia. Que estás haciendo en tu puesto de trabajo en base a la suficiencia, y desde ahí puedes descubrir nuevas maneras de hacer las cosas, maneras más orgánicas que te ayuden a vivir tu trabajo como algo motivador, cómodo o sencillo.

Y tras esta reflexión puedes elegir abandonar. Abandonar rutinas, imposiciones, costumbres; el perfeccionismo porque sí. O puedes elegir abandonarlo todo y dar a tu vida una vuelta, como la que damos a un calcetín. En cualquier caso, sigue preguntándote cada día.

Puedes contarme tus razones para abandonar o no, dejando un comentario más abajo.

Puedes compartir este contenido en redes sociales, y puedes enviárselo a otras personas a las que creas que puede servir.

Puedes escribirme a aurora@utilitas.org y podremos trabajar juntos; te acompañaré en tu desarrollo personal y organizacional.

Suscríbete aquí ahora a nuestro blog y no te pierdas esta "travesía por el Coaching de la mano de utilitas", donde tendrás acceso a las herramientas útiles que proponemos cada semana para acompañar tu desarrollo personal y organizacional.

Razones para abandonar
utilitas coaching y consultoría S.L., Aurora Ferro 30 de mayo de 2018
Compartir
Archivar
¿Vulnerables en la empresa?